Madrid, 15 dic (Prensa Latina) Los principales organizadores de la Cumbre Mundial del Clima (COP25) admitieron hoy aquí frustración con los resultados de la reunión, ante la ausencia de compromisos sólidos para combatir el calentamiento global.
La XXV Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Cambio Climático de Naciones Unidas (COP25) concluyó este domingo en Madrid dos días después de lo previsto, con lo que se convirtió en la más larga de la historia de este tipo de citas.
Tras la clausura del encuentro de Madrid, iniciado el pasado 2 de diciembre, el secretario general de la ONU, António Guterres, aseguró sentirse «decepcionado con los resultados», pero afirmó que no cejará en la lucha contra la crisis climática.
«La comunidad internacional perdió una oportunidad importante de mostrar una mayor ambición en mitigación, adaptación y finanzas» para afrontar esta emergencia, lamentó el secretario general en un comunicado.
No obstante, Guterres subrayó estar más decidido que nunca a trabajar para que 2020 «sea el año en el que todos los países se comprometan a hacer lo que la ciencia nos está diciendo».
En esa línea recordó el llamado de los científicos a ser neutrales en carbono para 2050 y a «no ir más allá de los 1,5 grados centígrados de aumento de la temperatura del planeta».
La COP25 estaba considerada como un test de la voluntad colectiva de los gobiernos de seguir el consejo de los científicos de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a tiempo, con el fin de evitar que el aumento de la temperatura global alcance un punto de inflexión irreversible.
Durante la clausura de la conferencia, la presidenta de la cumbre y ministra de Medio Ambiente de Chile, Carolina Schmidt, reconoció que no estaba satisfecha con sus resultados, a pesar de que «hemos puesto corazón y esfuerzo por buscar acuerdos».
Aludió al documento aprobado en la capital española, «Chile-Madrid. Tiempo de actuar», que dejó sensaciones encontradas en los asistentes de casi dos centenares de países y contó en su inauguración con la presencia de medio centenar de jefes de Estado y de Gobierno.
En su discurso de cierre, Schmidt instó a dar una respuesta más sólida, urgente y ambiciosa» para enfrentar la crisis climática.
«Queríamos cerrar el Artículo 6 para implementar un mercado de carbono robusto con integridad ambiental, enfocado en generar recursos para transitar hacia un desarrollo sustentable, basado en bajas emisiones y resiliente al clima», algo que no fue posible, deploró.
«Es triste no haber podido llegar al acuerdo final, estuvimos tan cerca», añadió.
Sin embargo, la titular chilena enfatizó que existe un avance «concreto que nos hace mirar con esperanza que este mecanismo sólido se encuentra más cerca».
«Dejamos como legado un texto ambicioso y ambientalmente sólido que permite generar las bases para un mercado de carbono sin doble contabilidad y entregando recursos para su adaptación», se congratuló.
Los ciudadanos del mundo «nos están pidiendo avanzar más rápido y mejor en materia de finanzas, en adaptación, en mitigación y en generar mejores condiciones de vida para enfrentar el cambio climático», manifestó.
A su juicio, los acuerdos alcanzados por las partes no son suficientes para abordar con sentido de urgencia la crisis del cambio climático, pues «aún no existen los consensos para aumentar la ambición en los niveles que necesitamos».
Como anfitriona de la cumbre, la ministra española para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, subrayó que la reunión «deja un sabor de boca agridulce», pese a que se consiguió ese compromiso a aumentar la ambición climática.
En 2020 la ciudad escocesa de Glasgow, en el Reino Unido, acogerá la COP26.